domingo, 18 de enero de 2015

Hueso frito





Para quien no conozca lo que es el hueso frito, diré que es una de esas recetas de antaño que merece la pena conservar.

Sirve para "blanquear" los caldos de cocido, trigo, berza,..... y las sopas de pollo, de jamón, ... además de aportar un sabor característico y trabar un poco el caldo.

Solía hacerse en las matanzas, pero hoy en día apenas se hacen así que ha comprar lo necesario en la carnicería. Hemos pasado una tarde entretenida en el pueblo, en casa de mi hermana, aprovechando el rincón y su saber hacer.

Merece la pena tener en nuestras despensas este ingrediente, se prepara un tarrito y tenemos para todo un año, ya que con una cucharadita es suficiente para una comida para 8 o 10 personas.

Se me olvidaba decir que recién preparado no se puede utilizar, hay que guardarlo en la despensa y utilizarlo al año siguiente, si habéis leído bien, todo un año. La manteca necesita coger "solera" para que realmente haga su labor al ponerla en el caldo.

Cuando disponemos del primer tarro y empezamos a gastar solo es cuestión de volver a hacer para que no nos falte.

Se pone una cucharadita en la olla cuando ya hemos espumeado y queremos darle ese blanco especial al caldo y ya dejamos hervir sin volver a espumear.






Ingredientes ( para tres tarros de 1 kg)


Huesos de cabeza de cerdo o de la espina dorsal ( hemos utilizado una cabeza entera partida en trocitos pequeños)
6 mantecas de cerdo
Sal





Así se hace.....

Hay que limpiar las mantecas de telillas e impurezas y cortarlas en trocitos pequeños, lavar bien con agua fría y poner en un recipiente, cubrir de agua y añadir dos puñados de sal, remover para que la sal se disuelva y dejar en remojo de 8 a 10 horas.

Pasado este tiempo volver a lavar bien y poner a escurrir.

Colocar una satén en el fuego y poner los trocitos de manteca que empezaran a derretirse enseguida.
Mover para que todos se hagan por igual y cuando empiezan a soltar manteca liquida la iremos retirando con un cucharón a una olla aparte para que no se queme y nos quede lo mas blanca posible. Al final nos quedaran los chicharrones que freiremos un poco más en su propia manteca ( dejaremos muy poca porque la tiraremos) para que queden bien hechos y poder utilizarlos para otras elaboraciones o simplemente para comerlos con un poco de sal.

Con los huesos seguiremos los mismos pasos, los lavaremos y los pondremos en un recipiente con agua salada y los mantendremos también de 8 a 10 horas en remojo.

Pasado este tiempo lavar y escurrir bien.

Ponerlos en la sartén limpia y sin ningún tipo de grasa. No parar de mover para que se tuesten todos por igual. Lo que pretendemos es que pierdan todo el agua ya que de lo contrario correríamos el riesgo de que se nos estropeara nuestra preparación.

Sabremos que están listos cuando empiezan a crujir.

Cuando están bien secos y tostaditos dejaremos que se templen, los repartiremos en los tarros y los cubriremos con la manteca que hemos sacado y que al ir enfriándose estará de color blanco. Todos los huesos deben quedar bien cubiertos de manteca.

Creo que no me he olvidado nada importante, pero si tenéis alguna duda aquí estoy.....


2 comentarios:

  1. No conia esta manera de preparar los huesos, si que cuando hacemos matanza,hacemos la mantteca blanca y los chicharrones, pero lo de los huesos no lo habia oido nunca. Me lo apunto.
    Besos. Lola

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  2. Es muy popular en la zona de Nijar ( Almería ) y se sigue utilizando .....
    Bs Toñy

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