Así nos preparaba mi madre las almejas, con este ajillo sencillo, un sabor que nos recuerda el “recaíllo” que llevan las gachas y de ahí su nombre.
Es una receta sencilla pero con mucho sabor, de ésas que gusta mojar pan.
Tenía muchas ganas de guardar esta receta que me trae recuerdos de sábados cuando comíamos todos juntos y mi madre solía ponerlas de entrante.
Ingredientes
Medio kilo de almejas
3 o 4 dientes de ajo
Una cucharadita de cominos molidos
Una cucharadita de pimentón molido
Un poco de pimienta al gusto
Aceite de oliva virgen extra
Sal
Medio vaso de agua
Así se hace.....
Poner las almejas en agua con sal una media hora para que suelten si tienen algo de tierra.
En una sartén poner un poco de aceite que cubra el fondo y calentar. Añadir las almejas después de enjuagarlas bien bajo el grifo, con cuidado de no quemarse con el aceite ya que puede saltar. Tapar y esperar a que se abran.
Mientras esperamos machacar en un mortero los ajos con un poco de sal, los cominos y la pimienta.
En el momento que vemos que las almejas se han abierto las destapamos, hacemos un hueco en el centro de la sartén y ponemos el majado que tenemos en el mortero. Removemos un momento y ponemos la cucharadita de pimiento molido, volvemos a mover y añadimos el medio vaso de agua. Mezclaremos todo bien y dejaremos hervir unos minutos.
Y ya están listas nuestras almejas solo hay que servir y preparar un buen pan para poder mojar esta salsa que está buenísima.
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