Ideales para un picoteo o para desayunar, acompañadas de salado o dulce están de vicio.
Esta receta es de Directo al Paladar, un blog que me encanta y que visito con frecuencia. Le he hecho unos pequeños cambios, para darle mi toque.
200 gr de harina de espelta integral
30 gr de salvado de avena
5 gr de levadura de panadería seca
140 ml de agua tibia
25 ml de aceite de oliva virgen extra
Sal ( media cucharita )
Pimienta negra molida al gusto
Semillas ( las que queráis... pipas de calabaza, de girasol, semillas de lino. Yo compro una bolsita de Mercadona que trae una mezcla de todas ellas )
En un bol poner la harina de espelta y el salvado de avena. Mezclar y hacer un hueco en el centro donde pondremos la levadura seca, la pimienta y el aceite. La sal ponerla por fuera lejos de la levadura.
Añadir el agua templada y amasar hasta que quede una masa homogénea. Envolver la masa en film transparente y dejar reposar en el frigorífico un mínimo de dos horas o incluso toda la noche.
Estirar con el rodillo hasta dejar una masa bien fina. Espolvorear las semillas por encima y volver a pasar el rodillo para que se incrusten en la masa. Cortar como más os guste y meter al horno precalentado a 200 grados unos 20 minutos o hasta que las veáis bien tostaditas.
Dejar enfriar para poder guardarlas en un recipiente hermético.
Con estas cantidades salen poquitas así que en mi casa se comen bastante rápido pero se han conservado muy bien hasta cuatro días.
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